El Blog de una Paisajista

Bienvenidos a un espacio en el que les compartiré diferentes tips sobre el cuidado de las plantas, lecturas interesantes sobre paisaje, anécdotas de viajes y otros chismes.

Lecturas Interesantes

Este libro me encantó porque además de estar redactado de una manera poética, combina diferentes experiencias de viajes con investigaciones científicas de la biología, revelándonos las formas en las que nos conectamos con la naturaleza y haciéndonos caer en cuenta que, más que un espectador, hacemos parte de un universo del cual sabemos muy poco y del cual hay tanto por aprender.

Los hongos por ejemplo, son los encargados de transportar información energética y de nutrientes a nivel radicular, entre los árboles y las plantas que habitan los bosques.


Su presencia en nuestros jardines, más que una aparición efímera de seres de colores y formas simpáticas, son el reflejo de que más que un jardín, habitamos en un ecosistema.

Recorriendo Paisajes

Algo que me parece muy intrigante de Rio son sus peculiares montañas, las cuales no son tan altas como aquellas que encañonan a nuestro valle (Valle de Aburrá), pero están presentes en casi todo el paisaje.

 

Los cariocas tienen incluso una jerga para indicar donde viven: en el morro, si es montaña o asfalto si es la parte plana.

 

Me parecen particulares, porque tienen diferentes tipos de alturas y curvaturas que las hacen ver en conjunto como un gran oleaje en movimiento; como si hicieran juego con el movimiento del mar en las diferentes bahías.

Descubrí lo mucho que me gusta caminar por la ciudad. Inicialmente ya venía preparada para acomodarme a no tener las comodidades que tengo en Medellín y para ser sincera venía con todo el ánimo, sin reclamos ni quejas; tal y como ocurría cuando vivíamos en Europa (los 4 ya sabemos lo que es).

 

Lo cierto es que, siendo pedestre, término en portugués que significa peatón, es que he logrado destapar la esencia de esta ciudad antiguamente imperial.  Descubriendo secretos, rincones mágicos, atelieres de diseño y de recuperación de muebles viejos (con unas joyas…), en fin, dejándome seducir por esta maravillosa ciudad que si bien no es una reina de belleza como lo es París, es bastante picara y coqueta.

 

Al recorrer espacios de cualquier ciudad siempre he imaginado como sería viajar en la máquina del tiempo y ver sus dinámicas en diferentes épocas de la historia, sobre todo cuando nos cuentan relatos como los de Pedro I y su famoso Eu fico, “me quedo”.

La verdad es que todos tenemos nuestro pasado oscuro y el de Rio, al igual que las demás ciudades que tuvieron esclavitud, fue duro, tanto así que incluso hoy en día la exclusión hacia la raza negra es evidente, sutil, pero evidente.

 

A pesar de eso vivo fascinada con su historia de evolución urbana, porque ha tenido grandes cambios, como la demolición de todo el Morro do Castelo, para lograr urbanizar toda la costa de lo que hoy es el barrio de Castelo y el aeropuerto nacional Santos do Mont; algo impensable a nivel ambiental y económico hoy en día, pero toda una obra de ingeniería sorprendente.

 

Supongo que toda persona que sabe que estoy acá se sorprendería al saber que casi ni conozco los lugares turísticos de la ciudad como el Pan de Azúcar, el Cristo Redentor y las playas que a todos nos venden como la Rio de Janeiro que hay que visitar, pero la verdad es que me gusta más la urbe vivida y utilizada por el carioca común en su día a día, aquella que no publicitan y que esconden.

 

A medida que camino por las calles, me atrevo a aventurar un poco más, a ir más allá, dejándome sorprender por lo que venga, relatando precepciones, aventuras y vivencias que pueda tener en esta ciudad tan carismática, tan fiestera, tan de su propio ritmo…..Tan costeña.